SENSE8

Cuando en 1999 Lana y Andy Wachowski estrenaron Matrix, toda una nueva visión de la ciencia ficción daba comienzo. Los hermanos regresan y esta vez en formato de serie, una que Netflix estreno el 5 de junio de 2015. Con Sense8 y su primera temporada de 12 episodios nos narran una historia coral que se esparce a lo largo y ancho del mundo. El gancho, ocho seres humanos (Brian J. Smith, Tuppence Middleton, Aml Ameen, Bae Donna, Miguel Angel Silvestre, Tina Desai, Max Riemelt y Jamie Clayton) capaces de conectarse mentalmente, poder que adquieren luego de que ellos fueran testigos de un suicidio. Por supuesto que una organización encabezada por Mr. Whispers (Terrence Mann) los estará cazando y otro sujeto Jonas Maliki (Naveen Andrews) es el mentor que busca reunirlos. Hasta aquí la sinopsis.

En los primeros capítulos entramos en las vidas de estos sujetos, cada uno de ellos bastante único, Miguel Angel Silvestre, Lito, es un actor mexicano de telenovelas, moreno guapo y gran seductor con una vida privada inimaginable, que es completamente contraproducente en la sociedad chovinista que se supone vive, o Jamie Clayton, Nomi Marks una bloguera trans de San Francisco (EE.UU) que lucha no solo con los prejuicios familiares (que ajustemos son radicales) también con los que se crean en el mismo movimiento de orgullo gay.  En fin cada uno de ellos representa una manera, una sociedad, una cultura con sus prejuicios, los disparates celebrantes de Tina Desai, Kala Dandekar una científica hindú; ella no ama a su prometido y el camino que se supone recorre toda buena vaisías (sería una clase media más o menos).

Como decíamos en los primeros capítulos encontraremos personajes cargados de clichés culturales, como si leyéramos un chiste de gallegos o argentinos, pero a medida que se construye la historia los límites comienzan a romperse.

Los sensantes son capaces de no solo comunicarse con otro mentalmente a gran distancia, también son capaces de oír, ver, sentir. De repente una empresaria coreana, Bae Donna, Sun Bak se encuentra en las polvorientas calles de Nairobi, conectada con el conductor de bus Capheus, Aml Ameen. O Lito, sentir el orgasmo de Nomi. Son esa nueva generación que cambia los modelos establecidos en más de una manera. Construyen a pequeños pasos ese siguiente nivel en la escala evolutiva. Por supuesto que se nos viene a la cabeza X-Men o la serie Héroes pero no es tan así, porque ellos se plantean toda esta movida desde lo pequeño y mundano, casi diría mediocre, de la vida que llevan y sus realidades. Exploran interconectándose, los prejuicios sociales, los comportamientos en que son educados diariamente. Y entonces dejan de ser clichés, se convierten en todos.

Los buscan como a animales casi extintos que creen que protegerán teniéndolos encerrados y siendo catalogados. No dejamos de ser estos seres después de todo. Son cazados, pesados y numerados. Miranda (Daryl Hannah, que es quien los descubre) decide quitarse la vida antes de sucumbir a estos tratos, y cuando ella muere nace la siguiente generación, aquellos que esta vez, queremos creer, harán el cambio.

Los invito a disfrutar, a darle una oportunidad a una historia que tiene como meta el entendimiento. El oficial Will Groski, Brian J. Smith, ayuda a Wolfgang, Max Riemelt, que es heredero de una estirpe de maleantes, y se enamora de Riley a la que no ha visto más que en sus conexiones mentales.

Les invito a creer que es posible borrar fronteras mentalmente, porque si lo pensamos, los países lo son. Creamos estas barreras para parecer diferentes y solo al conectarnos al otro entendemos que somos el mismo, sin importar el sexo o profesión o, porque no, el género sexual que elegimos.

Los héroes de los hermanos Wachowski son criaturas imperfectas, incomprendidas, seres que se mueven casi al margen de lo que se establece como equilibrado. Seres que son capaces de ver más allá y por eso temerosos de lo que encontraran cuando lo hagan. Neo, Jupiter, nacen para romper. En Sense8 (2015) ellos llegan para mutar, de manera sutil, no habrá guerras ni Matrix, no, solo serán personas capaces de amar sin preguntarse a quien.

Guillermo Bascuñana ICT-TEL