ANDREA
GARCÍA/ICT-DEP
El
pasado 6 de octubre, otra vez (por fin) en el Coliseum, se vio, lo que a
grandes rasgos se puede catalogar como casi un buen arbitraje. Pero claro,
estamos hablando de los árbitros que van al campo del Getafe y seria
inaceptable que el equipo visitante, en este caso, el levante, se fuera de allí
con más tarjetas que el Getafe.
Para
solucionar esto, el colegiado Munuera Montero se sacó del bolsillo dos tarjetas
amarillas y una roja directa. Esta última dirigida al jugador azulón Francisco
Portillo, que después de una falta a favor del Levante, se dirigió al arbitro
de la siguiente manera:"sois una vergüenza". Frase que el colegiado
sentenció con una roja y mandó a Portillo al vestuario antes de tiempo. Según
refleja el acta del partido, el jugador repitió esta frase al cuarto arbitro.
Al
finalizar el encuentro, Portillo pidió disculpas a través de su cuenta de Instagram
y rectifico lo que Munuera había escrito en su acta:"Me gustaría aclarar
que únicamente le comenté al arbitro que 3 minutos de añadido era una puta vergüenza. Jamás he insultado a un árbitro y jamás lo haré."
Después
de esto, yo me pregunto: ¿Si Portillo jugara en otro equipo, hubiera visto tan fácilmente
esa tarjeta? ¿Se usa la misma vara de medir con todos los jugadores
independientemente del color de su camiseta?
El
Levante se llevó los tres puntos con un maravilloso tiro directo, a una
distancia de más de 25
metros hasta la portería. El gol, que sentó en el
banquillo azulón como un jarro de agua fría, quitó las telarañas de la portería
de David Soria, que no pudo hacer nada para evitarlo.
fuente: canal de youtube LaLiga
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