miércoles, 11 de mayo de 2022

248 días, un año universitario

 

La experiencia de estar en la universidad es algo que recomiendo a todo el mundo vivirlo al menos una vez en la vida.

La sensación de, otra escala, otro punto de vida, que viene algo nuevo. Se afronta al principio con muchos nervios, incluso miedo. Es un volver a comenzar de cero, nuevas personas a conocer, un lugar nuevo, docentes y asignaturas que ni sabías que se podían hacer clases sobre ellas.

Descubrir tu facultad y a las personas que te rodean y en este camino conocer y crecer uno mismo. Sentir al principio que estás solo y acabar sabiendo que vas a echar tan de menos a tus compañeros y las horas pasadas en el campus virtual.

La universidad no solo forma de una manera académica, te fomenta como persona y te vas dando cuenta que los profesores de institutos, no nos engañaban cuando decían que la facultad es un punto de inflexión y verás las clases de colegio muy fáciles.

¿Cómo ha sido este año?

    -Yo vengo de pasar por 2 carreras universitarias antes, de conocer gente increíble y saber que abandonas el grado y nunca más volverás a verles y solo quedarán en tu memoria. He tenido que despedirme de mucha gente y en muchas ocasiones no he podido dar un adiós o verse una última vez. Las despedidas siempre se intentan aplazar, pero al final llegan, y hoy estamos terminando el primer año y me siento con mucha tristeza. Nunca antes había llegado al final del año, antes tampoco sentía que estaba en el sitio adecuado, y ahora, siento que estoy donde debería estar con los compañeros y compañeras adecuados.

En el pasado ya había hecho exámenes y trabajos universitarios, pero ninguno me había importado tanto como los de este año. De noches implicándome al máximo con esta carrera, de ya no solo estudiarla, disfrutarla. Las carreras no son para pasarlo mal y sufrir, hay que disfrutar el camino y vivirlo con ganas. Si estas en una carrera, y tienes curiosidad por lo que se habla, quieres indagar en profundidad, seguramente estés en el lugar que buscabas.

Nunca he sido un estudiante increíble, ni he sido persona de 7 ni 8, mi andadura por el mundo académico ha sido de ir aprobando justo y alguna buena nota que otra, pero después de 5 año en el que he empezado y dejado desde carreras universitarias y formaciones profesionales, retomar el hábito estudio y tener la duda al principio de ¿Seré capaz? ¿Volveré a fracasar?, hoy 11 de mayo, me siento orgulloso de haber dado el paso al frente y sacar el primer año con unas notas que no imaginaba en mi vida.

Me gustaría agradecer estos 248 días a los profesores, por mostrarse tan cercanos y siempre tener la palabra adecuada para no dejarme llevar y caer en el abandono de los estudios. También dar las gracias a mis compañeros por darme cada día las ganas de ir a clase todos los días solo para estar juntos y hacer este paseo que durará 4 años muy fácil, por los buenos momentos y los apuntes compartidos de algunas compañeras que alguna asignatura hubiera ido mal sino me hubieran ayudado.

Esto es solo el principio, este primer año me ha dado la motivación suficiente para cursar todo lo que venga, me ha servido estos 248 días para sentir la facultad como otra casa, o salir de la mía y no echarla de menos.

No quiero contar los días, quiero contar los años, y sentirme parte de esta facultad tanto desde dentro hasta cuando salga de ella matriculado de mi grado.

Por compartir más de 248 días en esta facultad más íntima, he ido a Ciudad Universitaria, y me quedo mil veces antes con la parada de Río Rosas o Alonso Cano, y vivir más experiencias en esta nuestra facultad.

Luis Miguel García // LIT

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