La experiencia de estar en la
universidad es algo que recomiendo a todo el mundo vivirlo al menos una vez en
la vida.
La sensación de, otra escala, otro
punto de vida, que viene algo nuevo. Se afronta al principio con muchos nervios,
incluso miedo. Es un volver a comenzar de cero, nuevas personas a conocer, un
lugar nuevo, docentes y asignaturas que ni sabías que se podían hacer clases
sobre ellas.
Descubrir tu facultad y a las personas
que te rodean y en este camino conocer y crecer uno mismo. Sentir al principio
que estás solo y acabar sabiendo que vas a echar tan de menos a tus compañeros
y las horas pasadas en el campus virtual.
La universidad no solo forma de una
manera académica, te fomenta como persona y te vas dando cuenta que los
profesores de institutos, no nos engañaban cuando decían que la facultad es un
punto de inflexión y verás las clases de colegio muy fáciles.
¿Cómo ha sido este año?
-Yo vengo de pasar por 2 carreras universitarias antes, de conocer gente
increíble y saber que abandonas el grado y nunca más volverás a verles y solo
quedarán en tu memoria. He tenido que despedirme de mucha gente y en muchas
ocasiones no he podido dar un adiós o verse una última vez. Las despedidas
siempre se intentan aplazar, pero al final llegan, y hoy estamos terminando el
primer año y me siento con mucha tristeza. Nunca antes había llegado al final
del año, antes tampoco sentía que estaba en el sitio adecuado, y ahora, siento
que estoy donde debería estar con los compañeros y compañeras adecuados.
En el pasado ya había hecho exámenes y
trabajos universitarios, pero ninguno me había importado tanto como los de este
año. De noches implicándome al máximo con esta carrera, de ya no solo
estudiarla, disfrutarla. Las carreras no son para pasarlo mal y sufrir, hay que
disfrutar el camino y vivirlo con ganas. Si estas en una carrera, y tienes
curiosidad por lo que se habla, quieres indagar en profundidad, seguramente
estés en el lugar que buscabas.
Nunca he sido un estudiante increíble,
ni he sido persona de 7 ni 8, mi andadura por el mundo académico ha sido de ir
aprobando justo y alguna buena nota que otra, pero después de 5 año en el que
he empezado y dejado desde carreras universitarias y formaciones profesionales, retomar
el hábito estudio y tener la duda al principio de ¿Seré capaz? ¿Volveré a
fracasar?, hoy 11 de mayo, me siento orgulloso de haber dado el paso al frente
y sacar el primer año con unas notas que no imaginaba en mi vida.
Me gustaría agradecer estos 248 días a
los profesores, por mostrarse tan cercanos y siempre tener la palabra adecuada
para no dejarme llevar y caer en el abandono de los estudios. También dar las
gracias a mis compañeros por darme cada día las ganas de ir a clase todos los
días solo para estar juntos y hacer este paseo que durará 4 años muy fácil, por
los buenos momentos y los apuntes compartidos de algunas compañeras que alguna
asignatura hubiera ido mal sino me hubieran ayudado.
Esto es solo el principio, este primer año
me ha dado la motivación suficiente para cursar todo lo que venga, me ha servido
estos 248 días para sentir la facultad como otra casa, o salir de la mía y no
echarla de menos.
No quiero contar los días, quiero
contar los años, y sentirme parte de esta facultad tanto desde dentro hasta
cuando salga de ella matriculado de mi grado.
Por compartir más de 248 días en esta
facultad más íntima, he ido a Ciudad Universitaria, y me quedo mil veces antes
con la parada de Río Rosas o Alonso Cano, y vivir más experiencias en esta
nuestra facultad.
Luis Miguel García // LIT
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