Sofía González Montani/ ICM-INT
Las redes sociales ya son habituales en nuestro día a día. Su
llegada ha permitido nuevas formas de compartir y difundir contenido. En muchas
ocasiones se ha dicho que estas acabaran con la cultura y el arte, pero
curiosamente han generado lo contrario. Además, gracias a esta cualquiera
persona con acceso a internet puede conseguir grandes oportunidades. Así los
artistas llegan a recibir ofertas de trabajo que sin las redes hubieran sido
imposibles.
De esta forma la música, la fotografía, el dibujo son comunes hasta en las redes que no fueron generadas específicamente para ello. Así hay
personalidades que forman una exitosa carrera basada en las redes y otros que
se interesan por ser reconocidos en los medios tradicionales.
Los canales de YouTube tienen cada vez más visitas y el mismo
alcance que algunos programas de televisión por lo que a menudo sus creadores
se convierten en celebridades internacionales. En estos hay una gran variedad
de temáticas como cine, vblogs, música, etc.
Además, existen aplicaciones dedicadas exclusivamente a
incrementar nuestra creatividad como Pinterest en donde se comparten millones
de ideas. Twitter también es parte de este movimiento con la aparición de los
famosos “hilos” donde se difunden de temas sobre cultura general que algunos
usuarios investigan para postearlo en la red. También es muy común el llamado a
la difusión o al "rt" de arte, trabajos, ideas e incluso pedidos de
trabajo.
Es en Instagram los usuarios crear perfiles alternativos para
subir fotos, dibujos, poemas, cuentos entre otros. Algunos de estos lo hacen
como hobby, pero otros lo convierten en una herramienta de trabajo. También
existen cuentas dedicadas a subir datos curiosos, fotografías históricas o
memes que recopilan de otros usuarios en la red. De estos últimos hay algunos
de estos que dan el reconocimiento a sus verdaderos creadores y otros que no.
Motivo que genera controversia en las redes y nos lleva al dilema de si está
bien “robar” contenido.
Actualmente el confinamiento generado por el covid-19 ha
dividido las opiniones entre sí es el momento indicado para crear o por lo
contrario no es el momento más cómodo ni inspirador para los artistas. Sin
embargo, si es cierto que en estos meses se han difundido múltiples iniciativas
e ideas como recitales, fiestas y cursos online y un incremento del uso de los
"vivos" y “historias” de Instagram para entretener, cocinar, rutinas
de ejercicio o clases de yoga y meditación. A esto se sumaron las actividades
realizadas por el día del libro el pasado 23 de abril. Muchas de estas
compartidas con el hastag #quedateencasa. Incluso la aparición de un reto que
consiste en recrear obras de arte famosas.
En cuanto a la fotografía difundida mayormente por Instagram por
modelos y fotógrafos con la ya conocidas “colaboraciones” han surgido las
sesiones de fotos por videollamada.
En WhatsApp son un gran problema Fakenews como si fuera poco en
medio de una pandemia en donde la desinformación puede causar muchos problemas.
Durante el confinamiento aumento el uso de plataformas de
streaming como Netflix, HBO, y Amazon Prime. También de aplicaciones como
TikTok y las especializadas en videollamadas como Skype, Zoom y Google Meet.
El mundo de las redes parece un mundo ideal, pero como todo
tiene su parte mala, desde los virus hasta el clickbait, la perdida de la
seguridad de nuestros datos (una materia de la que la mayoría de la población
no está informada) el ciberacoso y el cyberbullying. Además de estos problemas
ya en la red surgen aquellos derivados de su uso indiscriminado. Por lo que,
aunque las redes sean útiles en muchas maneras y también sirvan para fomentar
el arte es necesario que su uso se limite para que podamos vivir una vida sana
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