domingo, 5 de abril de 2020

El dilema de "Nunca me abandones"


NEREA VALENZUELA MEDINA/ ICM-LIT


Nunca me abandones o Never let me go, es una película de ciencia ficción estrenada en los cines en 2010. La película corre a cargo de del director Mark Romanek y está protaginizada por Carey Mulligan, Andrew Gardfield, Keira Knightley, Oliver Parsons, Charlotte Ramplings, Sally Hawkins, entre otros.
Es una adaptación del libro “Lo que nos queda del día”, del autor japonés Kazuo Ishiguro. Pero no fue la única que se llevó a cabo, en 1993, el director James Ivory lo realizó por primera vez.
Después de esta pequeña descripción técnica, voy hablar sobre la película. En este comentario habrá spoilers.
Nunca me abandones sigue a tres protagonistas llamados Ruth, Kathy y Tommy, que viven en un internado llamado Hailsham. Todo parece aparentemente normal, pero no podríamos estar más equivocados. Dicho internado está a cargo de unos niños, cuya finalidad es la donación de órganos, sus órganos, para poder dárselo a personas que estén enfermas (como solución para tratar enfermedades mortales como el cáncer) Probablemente, si a día de hoy, escucháramos esto nos podríamos horrorizar, y con motivo, pero se trata de una distopía.
En la distopía que presenta la película, los humanos han sido capaz de lograr la clonación y presentan unos de los dilemas más interesantes sobre la actual biomedicina:un ser que no ha sido concebido y ha sido creado en un laboratorio , ¿se le puede considerar humano?
En la vida real, hemos hecho algún intento de clonación, como en el ejemplo de la oveja Dolly, aunque no podríamos apenas llamarlo éxito porque parece que la clonación aún está fuera del alcance de nuestras manos (Dolly vivió dos años, pero no lo suficiente como para poder compararse con los humanos).
A pesar de que es una película, no es real, probablemente ésta como muchas otras películas que tratan temas sobre hallazgos científicos o tecnológicos (como es el caso de la serie Westworld o la película ex máquina) asientan como precedentes unas bases de moralidad (como las que presentó Asimov en el ámbito de la robótica y que actualmente los científicos utilizan sus leyes, aunque no era científico sino escritor) que serían muy útiles plantearse para un futuro, en el que tal vez sea demasiado tarde si seguimos por esa vía.
Como yo lo veo, dejando a un lado el hecho de que podríamos estar jugando a ser dioses y hacer cosas que seguramente estén lejos de nuestra capacidad y que se nos pueda ir bastante de las manos, está el tema de ¿podrían los “humanos” creados por medios científicos ser considerados verdaderos humanos? 
Para ello, habría que ver el verdadero concepto de qué es un humano, ¿es necesario nacer de la manera tradicional para ser considerado como tal?
Para mi es muy sencillo responder, por supuesto que sería un ser humano. Es bastante obvia esta afirmación, ya que realmente todas las características que un ser humano posee como razocinio, ser social, capacidades superiores a la de los animales, utilización de representaciones comunicativas complejas.... son de sobra adquiridas, lo único en que se diferencian, como he mencionado antes, es su curiosa manera de venir al mundo.
Pero la película plantea un mundo en la que dichas personas son tratados como "cerdos a los que llevan al matadero" en beneficio de esos otros “verdaderos humanos”. Por supuesto no dice que esos seres merezcan ser tratados como tal, sólo lo plantea para que cada uno reflexione y saque sus propias conclusiones.

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