Berta Morales Sierra. ICM-HIS
Hace poco descubrí a un personaje de la historia que me extraño mucho no haber conocido su historia antes. Irena Sedler, una verdadera heroína. Irena fue una enfermera polaca que salvo la vida de más de 2500 niños judíos. Su padre murió cuando ella tenía siete años, pero le inculco unos fuertes valores humanitarios. Decía que al necesitado hay que ayudarlo de corazón sin importar su religión o nacionalidad. Cuando comienza la segunda Guerra Mundial se une al Consejo para la ayuda de judíos. En 1942 cuando los Nazis forman el ghetto de Varsovia Irena con la excusa de trabajar para el comité de epidemias del ghetto empezó a sacar a niños de allí, una tarea nada fácil por lo que llego a esconderlos en bolsas de basura o incluso en ataúdes si era necesario. Al final los Nazis la acaban deteniendo, sometiéndola a torturas llegando incluso a romperle las piernas para que confesara donde se había llevado a los niños, al no confesar nada, la condenaron a muerte. El día de su ejecución, sus compañeros en el exterior sobornaron a uno de los nazis, dejándola escapar. Irena, durante toda su vida se lamentó el no haber podido salvar a más niños.
Tantos años estudiando historia en el instituto y que en ningún momento me hablaran de esta mujer y de otros muchos personajes de la historia, la verdad me entristece un poco. Sé que los temarios de historia son muy extensos y no se pueden detener en demasiados detalles, pero ahí es donde creo que de verdad los profesores pueden realmente inculcar interés y curiosidad en la historia y así fomentar que los alumnos investiguen por su propia cuenta.
En la historia hay mucho más
que guerras y reyes.
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